Este es, como todos los posts, arbitrario, caprichoso y un intento de persuasión. Pero esta vez, el que se lleva la comisión por la venta es el que pueda subirse a un avión y llegar con una escala a Estambul.
Turquía es un destino único. Suelen conocerlo sumando otro lugar (el más trillado es Grecia), pero realmente vale dedicarle exclusividad.
En este viaje de doce días dejamos afuera muchos pueblos y ciudades que parecen espectaculares; monumentos y mezquitas; playas, lugares de cabañas y bosques húmedos, lugares más desérticos. Juro que voy a agarrarme de eso para volver.
¡Tips generales! (en el próximo post, pongo tips de los lugares a los que fuimos)
- No ir en verano porque te morís de calor. Nosotros fuimos a finales de marzo y tuvimos días de jean y remera y días de tapado. Para mi, es una época divina para viajar. Calculo que si vas hasta fines de abril, principios de marzo está buenísimo también, o sino entre octubre y noviembre. Si vas en verano, andá a las playas que dicen que son espectaculares. En diciembre debe hacer frío, mucho, de verdad.
- Turquía es mitad Europa, mitad Asia. Eso quiere decir que ves mucho contraste cultural, étnico y de cobertura de salud dental (más, para los que vivimos en un termo como puede ser la Ciudad de Buenos Aires).
- Es un país muy preparado para el turismo. La gente es muy servicial (de hecho, viene ganando como mejor destino hace un par de años), porque históricamente fueron un lugar de paso por la ruta de la seda. Teniendo esto en cuenta, imagino que también está bueno para viajar sola.
- Antes de decir que vas a comprar algo, preguntá el precio (y regatealo). Nunca vayas a la caja sin saber cuánto vas a pagar porque sonaste. El regateo, nos explicó una turca, es una forma comercial de agasajo al cliente: si te comprás algo que te gusta, te vas a ir contenta con tu compra. Si lo comprás y lograste un descuento, ¡te vas a ir feliz!
- Comprate la Lonely Planet digital (y leela). Está bueno leerla, sobre todo, porque Turquía es MUY histórica y, sino, te vas a perder cosas que están buenísimas. Nosotros la compramos por US$20 para descargarla en el Ipad; el libro en papel, nos salía AR$500 (hace un año y medio).
- Juntá tips y después filtrá. Habla con gente que haya ido, leé los tips de la Lonely, de TripAdvisor, de los foros. Después, hacé un filtro y no te estreses por conocer todo. Hay mucho por ver en Turquía y es todo para disfrutarlo.
- Si no sabés cómo conectar los lugares que querés visitar, contactare con alguna agencia de turismo local. A nosotros nos sirvió mucho porque no conocíamos a nadie que haya ido antes.
- Si te animas a coordinar el viaje por tu lado, si o si pedí que te vayan a buscar a las terminales desde el hotel. Así ya te quedás tranqui, porque el idioma puede ser una dificultad.
- Si viajás en bondi de noche para ahorrar en hotel, ¡relájate y goza!. Nosotros lo hicimos, dormíamos pésimo, pero ya estábamos en el baile ¡y bailamos!. Ojo, nos habían dicho que eran como los de acá pero los que nos tocaron a nosotros eran chotones, nada de cama ni semi cama.
- Hacé alguna excursión pero también aprovechá y recorré libremente. Hay mucha información disponible y siempre podés escuchar a la guía del tour que entró delante tuyo. Pero, hacer algún tour general, está bueno para ir decodificando y detectando secretos que están a simple vista para los expertos.
- Llevate zapatillas cómodas y no te olvides de tener un impermeable siempre en la mochila. Mucho de lo que vayas a ver es al aire libre y vas a querer recorrerlo sin ampollas en los pies. Las botas o zapatos lindos, dejalos para la vuelta o llevátelos si pensás salir a la noche.
- Volá en globo en Capadoccia. Es imperdible, se caen relativamente poco y hay pocos lugares en el mundo donde podés hacerlo. Elegí la empresa más seria y, si no te da el presupuesto, regateá el precio. Nosotros volamos en The FlyBalloon, que era la más elogiada en ese momento. El vuelo en una canasta chica (hay de 8 y de 16 personas) lo conseguimos por EU$100 por persona (con desayuno incluido).
- Andá a dormir a un hotel cueva si o si. También lo hacés en Capadoccia y es una experiencia copada por el silencio que hay. Además, es un buen destino para descansar un poco a mitad de viaje.
- Hay mochileros, hablá con ellos. Nosotros nos cruzamos con uno que hacía los recorridos en tren y, de haberlo conocido antes, hubiéramos usado esa opción como forma de viaje.
- No se te ocurra contar calorías ni comer en un fast food. La comida turca es parte fundamental del viaje y tenés bolichitos en la calle para comer Shawarma al paso si estás con poco tiempo.
- El idioma puede ser una dificultad porque la señalética está en turco. Igual, todos hablan algo de inglés y pueden ayudarte (hasta los turcos del interior se hacen entender perfecto). Y sino, hacé el ridículo con la gestualidad, total, no vas a volver a verlos.
- No te alquiles auto. Dejá el roadtrip para otro momento. Los turcos manejan peor que los Argentinos y es peligroso, en serio. Además, la nafta es carísima porque el gobierno turco desincentiva el uso de vehículos particulares haciendo que sea inaccesible para la mayoría de la gente (o eso nos dijeron a nosotros).
- Recomiendo fuertemente tener los traslados más o menos organizados. Sino, pedí ayuda en los hospedajes antes de salir a resolverlo con tu sentido común.
- Dejate maravillar por todo (por más trillado que suene). Es cultural y gastronómicamente espectacular, tiene paisajes que no podés creer porque son producto de las fallas propias de la zona (erupciones, terremotos, etc.) y, además, está bueno dejarse emocionar tan gratuitamente.
- Tip para rubias con madres como la mia. ¡No pasa nada! Nadie te quiere cambiar por un camello, ni por cien, ni por mil. Tampoco quieren tirarte del pelo para quedarse con un mechón tuyo. Sino, ya hubieran hecho el negocio conmigo que me fui con el pelo largo hasta la cintura, blonda como Jem. Mi mamá había ido cuando era joven y le parecía peligroso (de verdad, no me dejaba ir rubia), pero lamentablemente comprobamos que esa Turquía quedó muy atrás.