sábado, 16 de junio de 2012

Confiar el Birrete


Felíz día, Pa. 

Terminar preescolar fue la primera bisagra que recuerdo haber vivido: poner fin a una etapa y entender que la vida se reconstruye a partir de los momentos importantes. Lo descubrí a los cinco años, tomando mi primera decisión vital: ir al acto de fin de año con papá.
Era un día de sol, cálido, con una leve bruma, típico de las madrugadas en el Conurbano Bonaerense. El sol, que se veía a lo lejos por la ventana, todavía no había calentado la tierra como para que desapareciera la humedad. Convenía no pisar el pasto. Tenía cinco años y ya sabía esas grandes verdades.
Estaba sentada en la cocina, mirando por la ventana lo que llegaba a ver del jardín, porque por mi altura no lo veía todo. Mientras, parte de mi familia se despedía y mi mamá volvía a preguntarme: "¿Estás segura de que querés ir con Papá?". Dije sí, con la cabeza haciendo medio puchero, y agradecí por dentro que me dejara elegir. Valoro mucho la libertad.
Terminé de desayunar con él, que era el privilegio más grande porque nunca se despertaba tan temprano, y me fui a poner la ropa que me habían dejado separada. Papá, entre tanto, se bañaba y afeitaba para darme besos sin pinchar, todo eso, "en cinco minutos". 
Su estilo era vivir la vida con velocidad a pesar de la parsimonia de sus tiempos. “En diez minutos estoy y en veinte llegamos al colegio” le juraba a mamá que descreída le advertía que se tardaba cuarenta con el transporte escolar.
Salimos tarde. El viento que entraba por la ventanilla de su BMW alborotaba mi pelo tan delicadamente arreglado y encintado. La raya al costado y el flequillo hecho trenza que despejaba mi cara se había convertido en peinado de Troll. Mi primer mal humor. Papá, intentaba que yo me relajara, disfrutara del momento juntos y que no perdiera la fe en él. Ponía altísimo el volumen de "Should I stay or should I go", mientras me hacía gestos de rockero ochentoso. Él quería cumplir su promesa de que yo tuviera la toga, el birrete y el diploma.
Los vacíos de mi memoria son agujeros de colador que hacen que la imagen no sea tan nítida, como si fuera un sueño. Del auto paso a estar en brazos de él, llorando con congoja por no poder tirar al aire mi birrete con el resto de mis compañeritos. Miles de abrazos y sobre-estimados consuelos, besos suaves, muchos y seguidos, pero que me molestaban igual. Papá ayudándome a tirar mi birrete con fuerza, como si fuera lo mismo, y yo haciendo fuerza para abajo para hacerlo enojar.
Confiar de nuevo era parte de la etapa que comenzaba, como si fuera válida una decepción por cada ciclo de la vida. Ésta, al igual que no pisar el pasto húmedo, es una gran verdad que anoté en un post it para tenerla a mano cuando piense que alguien realmente puede llegar a ser infalible.
Mi papá vivió una vida a toda velocidad y cumplió su trato de decepcionarme en cada ciclo, probando mi capacidad de volver a confiar en él. 
La misma bruma de aquél día apareció una mañana, un sábado de septiembre, cuando me dijeron que ya no iba a tener a mi papá. Hoy, que ya pasaron un par de años, sé que me dejaría defraudar, me volvería a enojar y lo volvería a perdonar.

6 de septiembre de 1.956 - 3 de septiembre de 2.005
Near you always

6 comentarios:

  1. mi chiquita TOMO UN VUELO EN LA ESCRITURA, QUE ME HIZO LLORAR!!!!PLASMAR MOMENTOS EN UNA PAGINA CON TANTA CLARIDAD ME IMPACTA PORQUE ESA CHIQUITITA CRECIO Y LO PUEDE VOLCAR ASI, TE AMO CON TODA MI ALMA MOCOSA, y futura escritora!!!!~y futura correctora del humilde librito que nunca termino de parir, te AMO!!!!!!!!!Y HOY SEGURO QUE DESDE ARRIBA TE ESTA BENDICIENDO EN TODO YA QUE LO MERECES!!!!!!!!!!!TE ABRAZO FUERTE CARMENCITA

    ResponderEliminar
  2. Bien nena, bien. Hermoso. En pelotas, cómo corresponde. Me da mucha alegría. Bien.

    ResponderEliminar
  3. aca va mi comentario en el blog, como corresponde, aparte del que te mande en privado
    Quien puede escribir asi lo que siente por un padre, tiene abierto un camino hacía un mundo mejor!!!!!!
    reconocer nuestros dolores y poder superarlos es de grandes
    felicitaciones por todo lo que aca escribiste. SEguro que papá Albinatti te manda besos desde el cielo. Un besote mery, me hice amiga de tu blog, y espero te hagas amiga del mio.

    ResponderEliminar