miércoles, 18 de septiembre de 2013
Miedo da hacer pan
lunes, 27 de mayo de 2013
Como Adán y Eva
Yo se que a Riquelme le van a seguir diciendo así y me da un poco de pena por la mamá. Pero debería estar escrito en algún lado, al alcance de todos los que se preocupan por el qué dirán, que a la gente que opina de la vida ajena después no les importa nada de lo que pasó. Opinan porque pueden y es gratis (y porque tienen poco mundo interior).
Mejor no veo nada ese partido y me voy a comer a lo de mi padrino. Un poco me enojo con Adán pero es así, tiene razón.
Me subo al bondi después de una comida larga y sin sal, le pregunto al chofer si terminó el partido y me dice que si y que empataron. Se muchas cosas de la vida, tengo una licenciatura en comunicación, un curso de finanzas para no financieros, se qué significa la somatización de casi cualquier enfermedad y sigo sin saber si un empate es bueno o no. El colmo es que van a volver a jugar en menos de una semana.
Yo estoy destemplada porque la estufa de mi cuarto no se si funciona bien y no quiero morir si se escapa gas. Mientras leo, como una key lime pie deliciosa, untuosa, que seguro que está hecha con leche condensada, porque con mi dieta nueva, puedo.
Me pongo triste porque Eva ruega morirse primero, porque sabe que ella lo necesita a Adán más de lo que él la necesita. Eva no reza en todo el libro, pero eso se lo pide bien clarito a Dios. Adán, no dice nada todavía. Espero para hacer algún juicio al respecto porque no me suena muy "a la par". Porque el amor es dar y recibir, son palabras y gestos, es compañía aún en la distancia, es presencia en el silencio, es la intimidad compartida. Es la seguridad que está en el núcleo de los vínculos profundos, eso es el amor. Pero es verdad que teniendo en cuenta mi debilidad, elegiría que fuera así para no sufrir la ausencia y el silencio que desgarran y prueban cuánto más se ensancha el espíritu, se fortalece la fe, se vuelve tan esencial y simple la vida. Lo digo por experiencia y es de las pocas cosas de las que estoy convencida: los duelos gestionados te hacen feliz y te simplifican.
Soy Eva y me da pena todo lo choto que fue Adán porque se perdió de disfrutar de un montón de cosas. Fue choto por las veces que la hizo llorar, que se aisló solo en su refugio, que no le habló. Pero fue choto porque se privó y llegó tarde a esta conclusión: "Después de todos estos años, me doy cuenta de que estaba equivocado respecto de Eva al principio: es mejor vivir fuera del Jardín con ella que dentro sin ella. Al principio, creía que hablaba demasiado; pero ahora me entristecería que esa voz se silenciara y desapareciese de mi vida. Bendita sea la castaña que nos unió y me enseñó a conocer la bondad de su corazón y la dulzura de su espíritu!".
La vida se hace así, a los ponchazos, aprendiendo, descubriendo todos los "para qué". Todavía no entiendo por qué no ejercitamos nuestra intuición y por qué nos cuesta tanto escuchar a nuestro corazón. Pareciera que los miedos, la resistencia, la negación, la culpa y la exigencia fueran más fuertes que la luz, el amor, la verdad y el bien que hay en cada persona.
Será que entrar en vínculo con otro es un misterio y tiene esa cuota de incertidumbre que por momentos es excitante y por otros se vuelve demasiado hostil. Pero siguen diciendo que hay que insistir y construir en el amor y ya lo escribió Adán en la tumba de Eva: "Dondequiera que estaba ella, allí estaba el Edén". Estoy segura que ella, choto y todo, igual lo disfrutó.
lunes, 20 de mayo de 2013
Demasiado sexo en la ciudad
Y hay que madurar para ser libres de nosotros mismos, como dice mi psicóloga que a esta altura del partido debe haber ampliado su cocina con lo que le pago por mes. O tomar un poco de aire y dejar el pasado atrás, o como dice la canción que es trending topic en mi cabeza: "all you need is just a little patience" para avanzar.
Y pienso que lo dicen en todos los idiomas y en todas las religiones, cerca y lejos de casa, pero no en las series subtituladas que para llenar guiones relamen las heridas y nos fijan imágenes derrotistas como modelos de vida. Y entiendo que está bien no exponerse a eso. Fin del masoquismo.
Estoy segura de que la vida muchas veces me va a poner contra la pared a hablar sola y no en una mesa de a cuatro. Pero sabiendo que es posible el diálogo y los verdaderos vínculos, no está mal hacerlo con una sonrisa, abrazando los miedos y sintiéndome como una boluda o una loca, que a esta altura de la vida, da igual.
Este mes que no estuve en mí, sin querer volví loco a casi todo el que tenía a mi alrededor. Pido disculpas y agradezco que me demostraran que abrazar y dar espacio son ambos actos de amor. Algunos, que no están tan cerca pero miran de reojo, fueron de mucha ayuda también, poniendo sus límites o riéndose a carcajadas. Se que Agus me diría que hay días que te caes y caes y caes, pero están esos otros en que experimentás el gustito que tiene la vida y es magia, es luz, es paz.
Y porque no entiendo ni las metáforas, ni los poemas ajenos, ni los chistes que no terminan con un "ja ja" le digo adiós al sexo en la ciudad. Después de todo, estar tranquilos y ser simples es buscar una buena vida y es un buen plan.
viernes, 3 de mayo de 2013
Encontrándote
Vengo acá a buscarte, hace mucho que no se de vos. A veces me parece verte, pero al acercarme me doy cuenta de que esos ojos no son tuyos o que no sos vos por la oscuridad que me devuelven las miradas. Simplemente no sos vos.
Hace un mes que te extraño y estoy como una idiota, abriéndome para encontrarte y cerrándome con cada frustración. Y me duele. Me desilusiona no encontrarte ni siquiera con el poder de mi imaginación. Me da bronca.
Me dijeron que te vieron, que te revolcó una ola grande y estuviste unos segundos sin hacer pie, estirando la cabeza tratando de respirar. Que la ola rugia bajito por eso no te fuiste a tiempo ni la agarraste para barrenar. Que te dejó culo para arriba, pero que saliste caminando lento y pausado, haciéndo ademanes como que no necesitabas ayuda, que estabas bien, que solo necesitabas sentarte un rato y respirar, llenarte de oxígeno, puro claro, nuevo. Me hubiera gustado estar ahí y darte una mano o al menos un abrazo.
Y yo acá, desesperada y triste porque no te encuentro, porque no te puedo ver, porque no encuentro esos ojos que me devolvió la mirada más tierna, dulce y amorosa que me miró alguna vez. Mirada que siempre devuelve un "todo va a estar bien".
También me dijeron que todavía te estás recuperando, que te quedaron raspaduras y moretones, que estás en carne viva y por eso no te dejás ver. Espero que te estés tratando con el amor y el cuidado con el que das tus abrazos, con la paciencia y caricia de tu sonrisa, con la sencillez de tu esencia, tan linda, tan buena, tan pura. Que te mires con esos ojos que hablan de hogar y que me hacen sentir en casa. Que uses tu sabiduría con vos, que te lo permitas, que te des el gusto de gozarte.
Y yo te extraño, pero me consuelo pensando en vos, sabiendo, confiando, permitiendome desesperar de a una angustia por vez. Escuchándote en todos lados y en ninguno, esperandote sin medidas, con cabeza poderosa otra vez.
Y acá sigo, tratando de bancarme la ausencia, el silencio y el bochorno de mi cabeza, deseando que se haga más fuerte la voz que me grita "¡Paciencia! ¡Confiá! ¡Todo pasa para algo! ¡Disfrutá!" que quedan mudas entre tanta resistencia, tanta ansiedad, tanta confusión.
Y te extraño. Y te espero. Y confío en que te voy a volver a ver.
jueves, 25 de abril de 2013
De a seis
domingo, 17 de marzo de 2013
Las vueltas de las putas, de la vida, de la puta vida
jueves, 21 de febrero de 2013
Silencio
Abren distancia expulsándote a un territorio lúgubre y frío que aja tu piel y lastima tu alma. Porque en esa distancia te vuelven invisible de a pinceladas, dejándote sin voz, sin centro, sin luz, sin mirada.
La mente chillona y criticona es compañera fiel pero los sabios no le dan potestad. No la pelean, no la escuchan. No la persuaden. Vuelven cálida a la memoria y alimentan el futuro con buenos deseos porque saben que en mundos acogedores ya no le quedará lugar.